Los plásticos se utilizan ampliamente en múltiples sectores industriales, como el embalaje, la construcción, la automoción, los textiles, los artículos para el hogar y los juguetes, y la producción mundial actual supera los 350 millones de toneladas por año.
En su producción y procesamiento, se utilizan una variedad de sustancias químicas, algunas de ellas añadidas para impartir cualidades específicas a los productos y otras muchas sustancias no añadidas intencionalmente, también pueden estar presentes en los plásticos.
Estas sustancias se pueden ir liberando durante el ciclo de vida de los productos, desde su producción hasta su reciclaje.
Un equipo de investigadores de Escuela Politécnica Federal (ETH) de Zúrich ha realizado un estudio en el que se han identificado unas 10.500 sustancias químicas en el plástico.
De estas 10.500 sustancias, los investigadores clasificaron 2.480 (el 24%) como sustancias potencialmente preocupantes. Esto significa que un 24% de todas las sustancias químicas utilizadas en el plástico son muy estables, se acumulan en los organismos o son tóxicas, por lo que pueden ser consideradas peligrosas para la salud humana o el medio ambiente.
Otro de los principales problemas que se pone de manifiesto con este estudio, es la falta de información, ya que un alto porcentaje de las sustancias identificadas (39%), no se pudieron clasificar debido a la falta de clasificaciones de peligrosidad.