El transporte de mercancías peligrosas requiere una regulación estricta para evitar accidentes que puedan poner en peligro a las personas, al medio ambiente o a cualquier otro bien. Esta regulación debe ser armonizada internacionalmente para facilitar el comercio, sin importar el modo de transporte utilizado. Las Naciones Unidas han desarrollado mecanismos de armonización en cuanto a los criterios de clasificación de peligros y las herramientas de comunicación (GHS), así como las condiciones de transporte en los distintos modos (TDG).